El riesgo cardiovascular en pacientes con gota se asemeja al de los diabéticos

Los días 18 y 19 de septiembre se ha celebrado el IX Curso Reumatopics, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Menarini.Gota podagra

La íntima relación entre el riesgo cardiovascular y la gota es conocida desde hace más de cien años. Curiosamente, se ha equiparado recientemente el riesgo cardiovascular de la gota al de la diabetes. “Esto es muy relevante puesto que en España padecen gota más de 800.000 personas y la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en nuestro país, también en gotosos. Aunque los porcentajes varían según la zona estudiada, los números son impactantes: un 50-70% de gotosos son hipertensos (muchos incluso sin saberlo), dos de cada tres pacientes tienen sobrepeso u obesidad y uno de cada diez sufre cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angina de pecho)”, según ha puesto de manifiesto el Dr. Enrique Calvo, reumatólogo del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid) y uno de los coordinadores del IX Curso Reumatopics de la Sociedad Española de Reumatología (SER) que se ha celebrado on-line este fin de semana, con la colaboración de Menarini.

Hoy en día se sabe que no solo los niveles altos de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) se relacionan con las diferentes enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial periférica, enfermedad cerebrovascular), sino también la inflamación debida al depósito de cristales de ácido úrico en articulaciones y otros tejidos, esto es, la gota. “Al igual que sucede en otras enfermedades inflamatorias, en la gota la inflamación crónica por cristales de urato da lugar a una aterosclerosis acelerada o prematura, incrementando el riesgo cardiovascular de los enfermos y aumentando su mortalidad y morbilidad con respecto a la población general”, explica el Dr. Calvo.

Por su parte la Dra. Vanesa Calvo, reumatóloga del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y también coordinadora del IX Curso Reumatopics, recalca que “los pacientes con gota también presentan un mayor riesgo de padecer insuficiencia renal, hipertensión arterial y síndrome metabólico (hiperlipidemia, hipertensión arterial, diabetes mellitus, resistencia a la insulina y obesidad), lo cual empeora más, si cabe, el riesgo cardiovascular”.

Asimismo, la especialista afirma que “las artritis microcristalinas son patologías con una prevalencia creciente e invalidante, por lo que uno de los principales retos en este ámbito es conseguir el menor número de pacientes infradiagnosticados e infratratados, puesto que la mayor parte de estos pacientes van a presentar complicaciones a largo plazo. Además, se debe intentar lograr que un elevado porcentaje de pacientes alcance el nivel objetivo de ácido úrico en sangre”. No obstante, también lanza un mensaje positivo relacionado con el amplio arsenal terapéutico existente en la actualidad que permite tratar a los afectados mejorando enormemente su calidad de vida y que, en algunos casos, posibilita incluso la curación de los mismos.

La gota en tiempos de la COVID-19

Aunque sería difícil determinar un aumento en la incidencia de casos de gota durante la pandemia por la COVID-19, en opinión del Dr. Calvo, “sí que ha podido existir un importante número de enfermos con ataques de gota durante la pandemia, pues también el estrés es un conocido factor desencadenante de artritis en pacientes con esta enfermedad”. Además, -precisa- en la situación actual muchos gotosos, igual que otros pacientes crónicos, han preferido evitar acudir a centros de salud y urgencias, por el miedo al contagio del coronavirus (SARS- CoV-2). Y, aunque resulta difícil conocer cada caso particular, parece que algunos pacientes han mejorado su dieta durante la pandemia, mientras que otros han aumentado el consumo de alcohol y han ganado peso por sedentarismo, constituyendo éste un riesgo importante para los ataques.

También habría que tener en cuenta que “muchos pacientes no consultan a ningún médico cuando sufren ataques de gota y optan por sufrirlos en el domicilio o por el automanejo (no siempre correctamente realizado, con riesgos para la salud por exceso de antiinflamatorios).

Por tanto, los expertos insisten en que los pacientes intenten cuidar su alimentación y sus hábitos de vida saludables “dentro y fuera de casa, con confinamiento y sin él. Y recuerdan que es fundamental seguir los consejos de sus médicos y ser constantes y disciplinados con la medicación”. Asimismo, detallan que se está promoviendo y facilitando el acceso telefónico o telemático al médico, por lo que muchos pacientes pueden intentar resolver sus dudas a través de estos medios.

Información procedente de la web ww.ser.es (Sociedad Española de Reumatología)