Los corticosteroides son un pilar fundamental en el tratamiento de la artritis reumatoide (AR). En los últimos años, una serie de ensayos clínicos controlados de alta calidad han demostrado su efecto como fármaco antirreumático modificador de la enfermedad (DMARD), presentando un perfil de seguridad favorable en las artritis de reciente comienzo. A pesar de esto, se sigue utilizando basicamente como terapia de puente hasta que otros FAMES inician su acción., mientras que otros FARME inician su acción. El uso de corticosteroides en dosis bajas durante los dos primeros años de la enfermedad disminuye el daño radiológico y reduce la necesidad de la terapia biológica dirigida a alcanzar un estado de remisión clínica en la reciente aparición de la AR. Por lo tanto, se debe considerar su uso sistemático en este escenario clínico.
Reumatolo Clin. 2013 Sep-Oct;9(5):297-302.