Antiinflamatorios No Esteroideos: utilización en la Clínica Diaria

Los AINE son fármacos ampliamente utilizados en la clínica que producen un efecto terapéutico relevante, aunque es necesario racionalizar sus indicaciones y forma de uso para minimizar la relación riesgo/beneficio de estos compuestos.

Las normas generales en el manejo de los AINE son:

$    a)       la decisión de utilizar un AINE clásico o un inhibidor de la COX-2 dependerá fundamentalmente de la presencia de factores de riesgo GI en el paciente. Los IBP se deben utilizar en coprescripción con los AINE en pacientes con factores de riesgo, y la utilización de AINE de forma puntual en pacientes jóvenes no justifica la gastroprotección con IBP;

       b) aunque tanto los AINE clásicos como los coxib comparten un aumento de riesgo CV, en general, estos efectos indeseables suelen estar más relacionados con los inhibidores de la COX-2. Diversas evidencias apuntan al naproxeno como el AINE mas benévolo con el sistema cardiovascular;

    c) en pacientes con enfermedad renal crónica o enfermedad inflamatoria intestinal, los AINE deben evitarse;

    d) hay que tener muy en cuenta que la respuesta terapéutica a los AINE tiene un importante componente idiosincrático, por lo que la experiencia previa de los pacientes con estos compuestos, en lo que se refiere a eficacia y tolerabilidad, debe ser tenida en cuenta a la hora de prescribir uno de estos compuestos;

    e) excluyendo el AAS a dosis antiagregantes, no se debe utilizar más de un AINE simultáneamente en un mismo paciente. Con respecto al papel de los AINE en patologías concretas:

Estos compuestos se utilizan extraordinariamente en el manejo sintomático de patologías menores como cefaleas, dismenorreas o en lesiones traumáticas osteoarticulares. En estas afecciones, los AINE representan una opción terapéutica eficaz y prácticamente inocua por lo puntual de su uso.

En la artrosis, los AINE se usan de forma habitual, fundamentalmente por su capacidad analgésica y siempre como segundo escalón tras insuficiente mejoría a 3-4 g/ día de paracetamol. Cuando se decida el uso de un AINE para el control de la artrosis, ya sea un AINE tradicional o un inhibidor de la COX-2, su utilización a medio (semanas) y largo (meses) plazo solo se debe mantener si se cumplen 2 premisas: a) que provea suficiente beneficio clínico al paciente, y b) que se utilice a demanda, solo en los momentos de mas dolor y a las dosis mínimas eficaces.

En los procesos inflamatorios crónicos como la artritis reumatoide o la artropatía psoriásica, los AINE se utilizan fundamentalmente para reducir la rigidez matutina y solo cuando se cumplan las 2 premisas que se han comentado para la artrosis. En la espondilitis anquilosante, los AINE se utilizan para reducir la rigidez matutina periférica y axial, y para mejorar el descanso nocturno al reducir el dolor inflamatorio espinal. Quizás la espondilitis anquilosante sea la única enfermedad en la que se puede justificar el uso mantenido de AINE, ya que hay datos que sugieren que a dosis bajas estos compuestos pueden modificar el curso natural de la enfermedad. En el control del ataque agudo de gota es donde los AINE han mostrado más claramente su capacidad clínica de proveer beneficio debido a su capacidad antiinflamatoria. En esta indicación se utilizan a dosis plenas buscando la rápida mejoría de los síntomas (en horas)durante un periodo corto (días).

 

Manual de la SER 6ª edición