¿Qué debe saber el paciente sobre los Analgésicos OPIOIDES?

¿Qué son los opioides?

 Los opioides son sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso, disminuyendo la sensación dolorosa. Se utilizan para el tratamiento del dolor moderado o intenso.

 ¿Cuándo y en qué momento hay que empezar a utilizar los Opioides?

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda utilizar opioides ante el dolor moderado o intenso que no es controlado por el tratamiento habitual.

Los analgésicos opioides están indicados en el alivio de distintos tipos de dolor: dolor crónico musculo-esquelético provocado por patologías tan frecuentes como lumbalgia, la artrosis de rodilla y cadera o la artritis reumatoide, en el dolor que se produce tras una cirugía, y en el dolor oncológico entre otros.

 

 ¿Cuáles son los beneficios del tratamiento con Opioides?

 Las personas que reciben este tratamiento obtienen un alivio considerable del dolor. Este alivio del dolor hace que la persona se encuentre mejor, y por consiguiente, mejore su estado de ánimo, su movilidad y calidad de vida.

 ¿Cuáles son los efectos no deseados del tratamiento con opioides?

 Los efectos no deseados más frecuentes son las nauseas y los vómitos, que en general desaparecen a los pocos días de iniciar el tratamiento.

El estreñimiento suele ser más persistente y es importante prevenirlo con la toma de laxantes y otras medidas o tomando junto con el opioide (en el mismo comprimido) otro fármaco que ayude a disminuir este efecto. Otros efectos no deseados que pueden aparecer, son: sequedad de boca, sueño excesivo, confusión mental, alucinaciones, temblores, cansancio, mareo, sudoración, picor y retención de orina.

Si usted siente efectos no deseados al tomar la medicación, es importante que informe a su médico, quien le indicará como actuar.

 ¿Una vez comenzado el tratamiento se puede abandonar?

Para abandonar el tratamiento debe consultar con su médico, , que le dará las  pautas para ir reduciendo progresivamente la dosis. En ningún caso suprima el tratamiento bruscamente sin consultar ya que, cuando se toma durante un tiempo prolongado, el organismo se acostumbra y la supresión brusca puede producir síntomas como ansiedad, nerviosismo, insomnio, nauseas y vómitos, aumento del dolor, lagrimeo y malestar (síndrome de abstinencia)