El corticoide, debido a su naturaleza antiinflamatoria, actúa directamente sobre la articulación frenando la producción de líquido sinovial y facilitando el drenaje del líquido existente. La inyección intrarticular reduce el flujo de sangre sinovial, disminuyendo los leucocitos locales regulando la respuesta inflamatoria, con la alteración de la síntesis local de colágeno. Estos efectos combinados reducen el dolor y la inflamación.
Los anestésicos locales mezclados con el corticoide para infiltración, poseen una utilidad doble, aportando alivio inmediato del dolor en el punto de inyección y por otra diluyendo el corticoide, mejorando su difusión, disminuyendo el riesgo de atrofia de los tejidos dañados y la frecuencia de artritis por microcristales secundaria a la infiltración de corticoides. Al mismo tiempo permite la analgesia del dolor que se produce en las primeras horas tras la infiltración debido a la distensión de la cápsula articular.
El Ácido Hialurónico es uno de los mayores componentes de la membrana sinovial y de la matriz del cartílago articular. Su función articular es conferir viscoelasticidad, lubricación y ayudar al mantenimiento de la hidratación de los tejidos y su equilibrio proteico. Con el paso de los años, la concentración y la calidad del Ácido Hialurónico va descendiendo, por lo que Inyecciones intrarticulares de Ácido Hialurónico (Viscosuplementación) reducen el dolor y aumentan la movilidad en los pacientes con Artrosis de Rodilla de forma más duradera que los corticoides.
El colágeno es la proteína que más abunda en el cuerpo humano. Una cuarta parte de la masa total de las proteínas de los mamíferos se compone de colágeno: los huesos y los tendones, las cápsulas articulares y los músculos, los ligamentos y las fascias, los dientes y las membranas serosas, la piel y la matriz extracelular.El tratamiento de inyectables mejora la constitución histológica de la estructura anatómica en la que se inyecta el producto sanitario de colágeno.