El tratamiento rehabilitador es muy importante en la espondilitis.

Generalidades

Aquellos con una enfermedad más tendente a la anquilosis y a la deformidad deberán tener un tratamiento rehabilitador más intensivo y supervisado. Los pacientes con una afección más leve requerirán una rehabilitación más ligera. En los casos muy evolucionados se contraindica las movilizaciones pasivas debido a la posibilidad de fractura asociada a la fragilidad secundaria a la espondilitis.

Medidas físicas

Las más utilizadas por orden de frecuencia son la cinesoterapia, la hidroterapia y la electrotermoterapia.

La cinesoterapia

La base del tratamiento es el ejercicio físico cuyo objetivo es llevar a cabo una autorehabilitación que debe ser prolongada y constante. El objetivo es mantener o recuperar la movilidad funcional. Esta consiste en 75º de abducción de hombros, 110º de flexión de codos, 90º de pronación de muñeca, 15º de flexión de cadera y 30º de flexión de cadera. En el raquis debería mantenerse la línea de mirada horizontal.

También deben incluirse ejercicios respiratorios toracoabdominales y diafragmáticos. Su objetivo es mantener la elasticidad y la capacidad inspiratoria.

Tratamientos posturales

El enfermo debe ser instruido acerca de las posturas correctas que debe mantener. Excepcionalmente se indica la utilización del uso de ortesis.

Hidroterapia

El agua de las piscinas facilita el ejercicio. Además a temperaturas de 36-37º añade un efecto sedante. Los chorros de agua sobre la columna añaden un efecto térmico analgésico.

Electrotermoterapia

La aplicación de calor profundo, por onda corta o microondas, alivia el dolor local y relaja la musculatura favoreciendo el ejercicio. El ultrasonido se usa más frecuentemente en la entesitis.

Masoterapia

El masaje produce efectos sedantes y relajantes de la musculatura.

 

Información de la Sociedad Española de Reumatología